Acosado por las demandas por publicidad fraudulenta, el propietario de la firma australiana que produce el producto reconoció que no tiene pruebas científicas de sus beneficios. La pulsera es utilizada por millones de personas.
La compañía que fabrica las pulseras Power Balance admitió por primera vez, por medio de un comunicado, que no cuentan con pruebas científicas suficientes para sostener que el producto cumple con la publicidad que promete mejorar el rendimiento físico y el equilibrio en quienes lo utilizan.
"Admitimos que no hay pruebas científicas verificables que sostengan nuestras afirmaciones", señala el documento emitido por orden de la Australian Competition and Consumer Comission (ACCC).
La publicidad de Power Balance señalaba que las virtudes del producto se basaban en la...